La ninfa carolina, de la familia de las cacatúas y origen australiano es uno de los animales exóticos preferidos y más recomendados como mascotas debido a su carácter sociable. La tenencia de este animal es cada vez más común, y por ello es importante dar a conocer las posibles enfermedades que afectan a estas especies.
Generalmente las aves son animales expertos en ocultar enfermedades. Esto es debido a que, por supervivencia, el parecer más fuerte les hace defenderse de sus depredadores, que persiguen a los animales más vulnerables. Por tanto, una de las dificultades es detectar que el animal puede estar realmente enfermo.
Enfermedades de la Ninfa Carolina más comunes
Estas enfermedades son difíciles de detectar y por ello es aconsejable acudir a un experto veterinario especializado en animales exóticos antes de que sea demasiado tarde. Es importante que se realice un chequeo del ave de forma periódica, de esta forma se minimiza el riesgo de gravedad de la enfermedad y tratamiento. El Hospital Garbí cuenta con especialistas veterinarios en animales exóticos con una formación especializada. Además, incluye planes de salud que incluyen consultas, asesoramiento y chequeos para poder prevenir y detectar la enfermedad a tiempo y darle una larga vida a la mascota.
El Hospital Veterinario Garbí se encuentra disponible las 24 horas del día los 365 días del año para atender cualquier tipo de consulta o urgencia veterinaria con equipamiento de cirugía y especialización en ninfas en aves exóticas en general.
Él es Whiskas, un gatito que vino a la consulta del Hospital Veterinario Garbí porque orinaba sangre, entraba y salía del arenal constantemente y tenía mucho dolor. Después de realizar las pruebas de diagnóstico adecuadas vimos que tenía cálculos en la vejiga que le provocaban cistitis recurrentes.
La urolitiasis es una enfermedad urinaria muy frecuente en gatos de interior y de mediana edad y es la presencia de cálculos en el tracto urinario (riñones, uréteres y vejiga) que son capaces de provocar dolor en la micción, obstrucción e incluso hemorragia o infección.
Cuando se encuentran en el tracto urinario alto, se puede intentar solucionar mediante la administración de fluidos, diuréticos (manitol) y analgesia, de modo que los fragmentos sean arrastrados y puedan intentar salir por la vejiga. Sin embargo, si el paciente presenta una obstrucción completa, es posible que sea necesaria una intervención quirúrgica para eliminarlo, como en el caso de Whiskas.
Se realizó una cistotomía asistida por laparoscopia para extraer los cálculos y tomar muestras de las paredes del tracto urinario para analizarlas y resultaron ser cálculos de urato amónico, no muy frecuentes (suponen un 6% de las urolitiasis felinas).
Los cálculos de urato, se forman a partir del ácido úrico que resulta de la transformación de las purinas procedentes de las células y de los alimentos.
Ahora toca investigar la causa y realizar su seguimiento para evitar que vuelva a ocurrir.
Atrás quedan los días calurosos de sol y playa, de baños en lagos o pozas, de excursiones por la montaña y noches de vivac al aire libre. Y es que ahora nos viene otra época bonita del año, el otoño. Las temperaturas ya están bajando y ya podemos presentar los primeros síntomas de resfriados.
En nuestras mascotas también puede aparecer esta sintomatología de tos, mocos y conjuntivitis. A menudo nos encontramos en la consulta a propietarios que nos llaman o nos vienen a ver asustados para que su mascota parece que «se haya clavado algo en el cuello y lo quiera sacar».
Los perros pueden presentar una tos seca que, a menudo, termina con un vómito blanco espumoso muy denso como si fuera clara de huevo montada a punto de nieve. Esta espuma no es un vómito real sino que es una secreción traqueal que se produce cuando hay inflamación.
Estos resfriados están producidos por un virus que se replica en la mucosa del cuello y causa inflamación de las vías aéreas altas. Al ser un tejido inflamado es fácil que las bacterias que se encuentran de manera habitual en el tracto respiratorio proliferen y causen infecciones secundarias. Debido a la inflamación, también pueden aparecer décimas de fiebre y malestar y, en algunas ocasiones, podría desencadenar en una neumonía.
En el protocolo de diagnóstico de esta enfermedad es importante realizar una buena exploración física con una auscultación meticulosa para detectar afectación pulmonar.
Se hace uso de la radiografía digital para profundizar más en las patologías que producen tos y que pueden ser más graves.
La tos de las perreras suele ser una enfermedad leve, autolimitante (que se cura sola) pero que puede ser muy alarmante por el propietario y puede tardar tiempo en desaparecer. A menudo los profesionales administran antiinflamatorios y antibióticos (en caso de que se complique con infección bacteriana o sea la causa) para mejorar el bienestar del paciente. Se recomienda hacer reposo y evitar situaciones de estrés.
Existen en el mercado vacunas para combatir esta enfermedad aunque, hasta el momento, su eficacia es reducida. Lo más aconsejable es que en épocas donde suelen haber brotes se eviten zonas de aglomeración de perros como los pipicans.
Si aparecen síntomas como los que hemos descrito se recomienda que un veterinario revise su mascota.
Para más información nos puede llamar al 93 759 15 70 o venir a ver en la Carretera NII km 643 de Cabrera de Mar. En el Hospital Veterinario Garbí estamos las 24 horas del día los 365 días del año a disposición de sus mascotas.
Empezamos la semana presentándose el caso de Kira, una cachorrita de Golden que, con tan sólo 9 meses, ha tenido que luchar para recuperarse de un politraumatismo muy grave.
La semana pasada la Kira fue atropellada por un camión y, como consecuencia del trauma, desarrolló una hemorragia pulmonar que comprometía gravemente su vida. Inmediatamente fue referida al Hospital Veterinario Garbí donde el equipo de UCI (cuidados intensivos) puso en marcha el protocolo para pacientes con politraumatismo.
Este tipo de pacientes son especialmente delicados, ya que presentan muchos de sus sistemas afectados que deben tratarse individualmente y por orden de prioridades, además de estar preparados para detectar y controlar todas las complicaciones que pueden aparecer durante las primeras 48 horas (como hemorragias cavitarias).
En este caso teníamos una hemorragia pulmonar severa y una afectación a la médula espinal. Después de 72 horas hospitalizada con monitorización continua y medidas activas para paliar la hipoperfusión, Kira ya se encuentra en casa con su familia haciendo reposo y terminando de recuperar la movilidad.
Todo el equipo del Hospital Veterinario Garbí y, en especial, el Servicio de Hospitalización y Cuidados Intensivos, se siente orgulloso y feliz de la rápida remontada que ha hecho esta luchadora!
Muchos ánimos Kira !!